Las moscas pequeñas y la seguridad alimentaria
Si bien la mosca de la fruta (también conocida como mosca pequeña) ha sido considerada históricamente una plaga molesta, las investigaciones recientes comprueban que las moscas pequeñas contaminan alimentos con bacterias transportadas desde superficies no sanitarias (como la basura, drenajes, trapeadores, etc.).
Las moscas pequeñas y la seguridad alimentaria
Si bien la mosca de la fruta (también conocida como mosca pequeña) ha sido considerada históricamente una plaga molesta, las investigaciones recientes comprueban que las moscas pequeñas contaminan alimentos con bacterias transportadas desde superficies no sanitarias (como la basura, drenajes, trapeadores, etc.). Las moscas pequeñas se alimentan y se reproducen en áreas repletas de bacterias y elementos en descomposición, luego aterrizan sobre los alimentos y las superficies de contacto con los alimentos donde pueden transmitir bacterias alimentarias y, en última instancia, diseminan diferentes tipos de enfermedades de transmisión alimentaria. El riesgo económico es una realidad, ya que los departamentos de salud han ordenado a los restaurantes que cierren en caso de plaga de moscas de la fruta.
Lo que empieza como un problema pequeño, pronto puede expandirse a toda su operación, ya que las moscas pequeñas depositan hasta 100 huevos por día y cada huevo madura en una mosca en 10 a 20 días. Cada especie de mosca pequeña puede indicar problemas higiénicos únicos, explicó el Dr. John Barcay, científico sénior y entomólogo urbano de Ecolab. "Una plaga de moscas de la fruta puede significar problemas como productos demasiado maduros o en descomposición, o drenajes sucios, mientras que una plaga de moscas jorobadas indica drenajes sucios, agua estancada, goteras en el techo o pérdidas en la tubería de aguas residuales subterránea. Las moscas polilla se originan debido a problemas de higiene en drenajes, filtros y alcantarillas", explicó Barcay. "Sin embargo", añadió, "independientemente de la especie de mosca que tiene en su establecimiento, es un problema de seguridad alimentaria que indica inconvenientes de higiene y/o estructurales, y que podría ser la causa por la que no se aprueben auditorías o inspecciones, además de generar experiencias del cliente poco satisfactorias que afectan negativamente a su negocio".